¿Qué diferencias hay entre la energía solar pasiva y la activa?

La energía solar pasiva, la gran desconocida dentro del sector de las energías renovables

El auge del autoconsumo fotovoltaico en nuestro país es un fenómeno que se está manteniendo en los últimos años. Cada vez hay más consumidores que deciden instalar placas solares en los tejados de sus casas o empresas para poder conseguir un ahorro significativo en sus facturas de la luz, al mismo tiempo que utilizan una fuente de energía limpia como es la solar fotovoltaica. En consecuencia, el conocimiento sobre este tipo de energía es cada vez más extenso y ya cuesta imaginarse las placas solares como un elemento ajeno a los tejados. Si bien la energía solar se puede aprovechar de distintas formas (por ejemplo, la fotovoltaica o la térmica), hay un uso que todavía pasa bastante desapercibido: el de la energía solar pasiva.

 

La energía solar pasiva y sus características

Aunque pueda parecer un concepto nuevo, en nuestro día a día aprovechamos la energía solar de forma pasiva en más de una ocasión. En concreto, este concepto implica aprovechar directamente la energía procedente del Sol sin transformarla ni necesitar ningún dispositivo electrónico que la transforme ni que la almacene.

La energía solar pasiva es algo que se suele tener en cuenta a la hora de construir edificios. De hecho, la crisis energética en la que nos encontramos inmersos ha provocado que los gobiernos pongan el foco en el gasto energético de los países y en encontrar formas de disminuirla. Precisamente, una forma eficaz de hacerlo es construir edificios que consigan dos objetivos: captar, almacenar y distribuir la energía procedente del Sol sobre todo durante el invierno; y minimizar el calor durante los meses veraniegos.

La mejor manera de aprovechar las ventajas de la energía solar pasiva es teniendo en cuenta factores como el clima de la zona donde se construirá el edificio, ya que la temperatura y la radiación del Sol jugarán un papel muy importante a la hora de poder aprovechar este tipo de energía.

 

¿Qué se debe tener en cuenta para poder aprovechar al máximo la energía solar pasiva?

Si bien es cierto que adaptar los edificios antiguos para ser más eficientes energéticamente puede representar un gasto notable, hay diversos aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de construir los nuevos:

  • Orientar las ventanas hacia el sur con una inclinación de unos 30º.
  • Instalar un buen aislamiento térmico, la mayor parte del cual se tiene que concentrar en el tejado, ya que es la zona por la que se pierde más temperatura.
  • Contar con una buena masa térmica, es decir, que las paredes, los tejados y los suelos estén construidos a partir de materiales que sean capaces de absorber la energía solar (como el ladrillo, el hormigón o la piedra).
  • Tener en cuenta la orientación de la construcción y las sombras que pueden proyectar la vegetación de alrededor.

 

La energía solar fotovoltaica, energía solar activa

Tanto si se habla de energía solar pasiva como activa, en ambos casos se trata de energías 100% renovables que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, al mismo tiempo que son una opción idónea para evitar el uso de fuentes de energía contaminantes como las fósiles.

En este sentido, la instalación de placas solares fotovoltaicas se ha posicionado en los últimos años como una de las formas más populares para aprovechar la luz del Sol de forma activa. De hecho, en SolarProfit hace más de 16 años que nos dedicamos a propagar la energía solar fotovoltaica por los tejados residenciales e industriales del país. Además, hemos desarrollado nuestro propio sistema de baterías inteligentes que optimizan los consumos de los autoconsumidores consiguiendo que sus facturas se acerquen a 0€.

Si tú también quieres ahorrar a finales de mes al mismo tiempo que iluminas tu casa con energía limpia y renovable, pídenos presupuesto y buscaremos la mejor solución energética para tu caso particular.

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