Guía básica sobre inversores solares
Las instalaciones de placas solares están formadas por un conjunto de elementos que aseguran su correcto funcionamiento. Hay algunos, pero, que pasan más desapercibidos que otros como, por ejemplo, los inversores solares (también llamados fotovoltaicos).
Como ya se ha explicado en anteriores publicaciones, las placas solares se encargan de transformar la energía del Sol en corriente continua que no se puede utilizar para uso doméstico ni para verterla a la red eléctrica convencional. Para hacerlo, es necesario incorporar un inversor en la instalación fotovoltaica, ya que transforma la corriente continua en corriente alterna adecuada para el consumo diario. Además, el inversor también permite conseguir una mayor rentabilidad en cuanto a la producción de las placas solares.
¿Cuáles son las funciones de los inversores solares?
Si bien la principal función de los inversores solares es la de transformar la corriente continua en corriente alterna válida para el consumo doméstico, también es necesario destacar otras:
- Estabilizar las ondas eléctricas.
- Optimizar la producción de energía generada.
- Proteger ante las falladas de la red.
¿Qué tipos de inversores solares existen?
De la misma forma que existen diversas tipologías de placas solares, por ejemplo, en el mercado también hay disponibles diferentes tipos de inversores. Si se diferencian por su uso encontramos:
- Inversores para instalaciones conectadas a la red eléctrica, los cuales tienen capacidad de ajustar la frecuencia y longitud de la onda de energía producida a las características de la red.
- Inversores tipo string. Son los más comunes, y se conectan en serie (se necesita uno para cada línea de placas solares).
- Microinversores. Son más pequeños y tienen mejores prestaciones que los primeros, pero también son más caros. Con todo, son sencillos de instalar y se necesita uno para cada placa solar. Una de sus características más interesantes es que son capaces de eliminar el impacto negativo de las sombras.
- Optimizadores de potencia. Se trata de la opción más eficiente, pero más costosa. Se encargan de maximizar la producción de energía de cada panel y de enviarla al inversor, así como de facilitar la conexión en serie de diferentes placas.
- Inversores para instalaciones aisladas. En este caso, se tiene que disponer de baterías que almacenen la energía producida por las placas para poder utilizarla cuando los paneles no funcionando.
- Inversores aislados, que pueden elevar la potencia de las baterías a la que se usa en el hogar en cuestión. Como se utilizan en casos en los que no hay conexión a la red eléctrica convencional y la única fuente de energía proviene de las placas, estos inversores contemplan medidas de seguridad para cuando ocurren cortocircuitos, sobretensión o exceso de temperatura.
- Inversores cargadores, los cuales incorporan un sistema de carga que alimenta las baterías durante los días de menos producción.
- Inversores híbridos, los cuales también convierten la energía y pueden usarse tanto en instalaciones conectadas a la red como aisladas. Además, permiten conectar simultáneamente las placas solares y las baterías a la red eléctrica.
¿Cómo puedo saber qué inversor necesito para mis paneles solares?
Como ya se ha establecido, hoy en día hay disponibles muchas variedades de inversores fotovoltaicos en el mercado. Por eso, a la hora de decidir cuál es más idóneo para cada caso, se han de tener en cuenta unas cuantas variables:
- Potencia instalada: la potencia de salida del inversor solar determinará la potencia máxima que se puede tener instalada en el hogar. De esta forma, si se quiere ampliar la instalación fotovoltaica, también se tendrá que escoger un inversor que se adapte al aumento de potencia.
- Ubicación de la instalación fotovoltaica: la inclinación y la orientación de las placas solares son factores que inciden directamente en la producción de los paneles. Por eso, en el caso en que la producción sea diferente en unos módulos que en otros, se tendrá que escoger un modelo que permita obtener la potencia de forma individual.
- Similitud entre placas: es necesario evitar los tipos de inversores fotovoltaicos que limiten la producción del panel con un rendimiento más bajo.
- Ampliación de la instalación: si se plantea ampliar la instalación en un futuro, es necesario escoger un inversor que no tenga limitaciones de potencia o que sea capaz de soportar la nueva.
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