Los niveles atmosféricos de los gases de efecto invernadero marcan récords
El cambio climático y sus efectos ocupan parte de las portadas de la prensa internacional desde hace mucho tiempo. Con todo, que sea un tema recurrente no implica que tenga que pasar desapercibido. Precisamente, uno de los medios que ha actualizado el estado de los gases de efecto invernadero en la atmósfera ha sido The Guardian, el cual explica en una de sus últimas publicaciones que los niveles de estos gases han marcado un nuevo récord.
¿Cuáles son los gases que han marcado récords en la atmósfera?
Según un estudio de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el óxido nitroso, el dióxido de carbono y el metano han llegado a niveles récord. En concreto, el organismo ha determinado que ha habido el salto interanual más notable entre 2020 y 2021 en cuanto a concentración de metano desde que se empezaron a tener registros hace casi 40 años.
Aunque la comunidad científica todavía no ha determinado el origen exacto del aumento de emisiones de este gas nocivo, la teoría más potente es que el aumento de metano podría ser causado por las actividades de los microbios de los humedales y de los arrozales, principalmente. De hecho, el aumento sostenido de la temperatura en los últimos años ha propiciado unas condiciones ideales para la producción de metano microbiano, ya que cada vez hay más zonas cálidas.
La relación de este aumento con el calentamiento global
Una de las consecuencias más directas del aumento de estos gases es el calentamiento global: su efecto aumentó en un 50% en el periodo comprendido entre 1990 y 2021, y se calcula que el dióxido de carbono fue el responsable del 80% de este incremento. De hecho, aunque todos los tipos de gases de efecto invernadero son nocivos, el impacto del metano en el clima es reversible, ya que se calcula que tiene una vida de menos de 10 años. Por tanto, se tiene que luchar para reducir la emisión de todos ellos, pero teniendo en cuenta que hay algunos (como el dióxido de carbono) que son más urgentes que otros.
En este sentido, los científicos del OMM aseguran que la prioridad es la reducción drástica de las emisiones de dióxido de carbono, ya que son el principal impulsor del cambio climático, las cuales afectarán el clima durante miles de años a causa de la pérdida de gel polar, el calentamiento de los océanos y el aumento del nivel del mar. Ante este escenario, el cambio es necesario y tiene que ser inminente. Se tienen que transformar los procesos industriales, energéticos y de transporte, porque el tiempo se acaba, tal como afirman desde la OMM.
El cambio de modelo energético tiene que poner las energías renovables y verdes en el centro
Es cierto que el cambio de paradigma tiene que venir dado desde diferentes campos para poder conseguir unos beneficios reales y consecuentes. En el terreno energético, los últimos hechos como el aumento descontrolado del precio de la luz y los conflictos bélicos han clarificado que hace falta disminuir la dependencia que tenemos respecto a los combustibles fósiles, y sustituirlos por energías verdes y renovables como la solar fotovoltaica.
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