Placas solares y autoconsumo industrial
Ya des de 2016 que los gigantes tecnológicos como Apple, Google y Amazon están invirtiendo de forma muy agresiva en cambiar sus fuentes de suministro eléctrico a alternativas renovables más baratas y seguras. Por si fuera poco, tres cuartos de las empresas de la “Fortune 100” (top 100 de empresas de EE. UU.), se han marcado objetivos de sostenibilidad y energías renovables y están instalando plantas solares fotovoltaicas o adquiriendo contratos PPA.
Es tal la adopción de las renovables en este país que en 2015 más de una quinta parte de las energías renovables inyectadas a la red de Estados Unidos provenían de las empresas. Por ejemplo, en 2018 Google (10 TWh) y Apple (1,3 TWh) compraron o produjeron suficiente energía renovable para alimentar sus centros de datos.
Aumento del uso de energías renovables en las principales empresas
Fuente: IEA (International Energy Agency) - Top 10 empresas con más energías renovables.
Y estas no son las únicas ni solo en Estado Unidos… En España las principales empresas también están optando por las energías renovables y es que los motivos para dar el salto al autoconsumo industrial no son pocos.
Cada vez, depender exclusivamente de la red eléctrica convencional es más arriesgado para cualquier compañía. Principalmente y en el corto plazo, por el coste del suministro eléctrico. El precio de la luz lleva tiempo en alza y así seguirá según las previsiones. Pero también, en el medio y largo plazo, porqué la red convencional centralizada es y será susceptible a sufrir daños por culpa del cambio climático. Los temporales y tormentas, las altas temperaturas, la subida del nivel del mar, incendios, etc. Pero esto ya requerirá de soluciones más costosas en el largo plazo que no son el foco de este artículo.
Por lo que en el corto plazo se refiere, el precio de la electricidad procedente de los combustibles fósiles va claramente en aumento y así seguirá. Informes recientes demuestran que cada vez que la producción renovable baja en Europa el precio de la electricidad sube. Además, el carbón y petróleo cada vez son más difíciles y costosos de extraer, ya que se importan de sitios muy lejanos y se impondrán las tasas a este tipo de importaciones para cumplir con los objetivos de transición energética.
El ICAEN (Instituto Catalán de la Energía) prevé un aumento medio anual del precio de la luz del 7,6 % en los próximos años en España.
La electricidad más barata y la única que cae en picado de precio son las renovables como la Solar Fotovoltaica. Si además somos o acabamos siendo propietarios de una planta de autoconsumo, directamente es electricidad gratuita una vez la instalación se ha pagado a sí misma con el ahorro que genera. Además, al producir en el propio tejado, los costes y pérdidas del transporte se eliminan y se genera a km0 y 100% limpio. De ahí el interés de muchas empresas de instalar plantas de autoconsumo solar fotovoltaico en los espaciosos tejados de sus naves que, por cierto, suelen ser ideales para la instalación de placas solares.
El aumento del consumo eléctrico en la industria requiere de ser cubierto por renovables
La industria supone la mitad de la demanda mundial de energía, más del doble que lo que requiere el transporte. Y, a pesar de que tradicionalmente la mayoría de esta energía se cubre directamente con la quema de combustibles fósiles, actualmente la demanda de electricidad está creciendo.
Hasta ahora, un 15% de la demanda energética de la industria se cubría en forma de electricidad, y en la era del nuevo oro (los datos) y con el cambio climático, el porcentaje crece.
Fuente: IEA (International Energy Agency) - Consumo mundial de electricidad por sector.
El consumo eléctrico está aumentando básicamente por muchos motivos entre los que destacaremos dos: en primer lugar, la digitalización de las empresas y de la sociedad y, en segundo lugar, por las políticas para disminuir las emisiones de CO2 y la disminución del precio de las fuentes renovables.
El aumento de la computación y el “Big data”, requieren de mucha energía para su funcionamiento. Para hacerse una idea: en 2015, los centros de datos de todo el mundo consumían un 3 % de la electricidad mundial y suponían un 2 % de las emisiones globales (una huella similar a la de la industria aeronáutica). Esto es ni más ni menos que 416,2 TWh en un año (más que el consumo de todo Reino Unido en un año). La electricidad consumida por los centros de datos se ha duplicado cada 4 años y se triplicará en 2030.
La mayoría de nuevas tecnologías necesitarán mucha más electricidad en las próximas décadas y es importante que esta demanda creciente sea cubierta con buena energía y no con combustibles fósiles. La criptomoneda Bitcoin, por ejemplo, requiere la misma energía para funcionar que todos los EEUU durante un año.
En segundo lugar, la demanda de electricidad también sube por las políticas ambientales. El objetivo es reducir la huella de carbono de las empresas mediante incentivos e impuestos. Una manera de cumplir con estas medias es que estas substituyan parte de los combustibles orgánicos muy contaminantes por fuentes más limpias cómo la electricidad procedente de energías renovables.
Una buena reputación de marca pasa por ser una empresa sostenible
Finalmente, la transición energética hacia las energías renovables tiene un objetivo muy claro, y es medioambiental por encima de todo. Es responsabilidad de todos los ciudadanos y empresarios evitar que el calentamiento global vaya más allá del límite establecido por los científicos (1,5 ºC) y evitar así daños irremediables en el planeta.
Sabiendo que estamos en una emergencia climática y sabiendo el papel que tienen las empresas con respeto a emisiones, la reputación de estas pasa más que nunca por sus acciones frente esta situación. La Responsabilidad Social y Medioambiental se verá muy reflejada en su inversión en renovables y sus emisiones. Las empresas más grandes del mundo ya lo tienen claro. ¿A qué esperamos para sumarnos a esta tendencia tan necesaria?
En resumen, las empresas pueden y deberían protegerse ante todas estas contingencias económicas, ambientales y legales. En primer lugar, diversificando sus fuentes de suministro eléctrico para reducir sus costes y ser menos vulnerables a las fluctuaciones del precio de la electricidad. Y en segundo lugar por razones medioambientales: tanto las políticas e impuestos de emisiones, como por responsabilidad social corporativa, adhesión a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y reputación de marca.
El autoconsumo industrial permite a las empresas ahorrar, protegerse ante las subidas del precio de la luz, y sobre todo pasar a la acción en la lucha contra el cambio climático. Cualquier empresa tiene un tejado y en España, con las condiciones climáticas privilegiados que tenemos, un tejado es un activo. El tejado de cualquier nave habla de ella y de su compromiso con el futuro de todos.
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