La importancia del reciclaje para la lucha contra el cambio climático
El cambio climático es una realidad y, de hecho, los expertos avisan desde hace tiempo que cada vez más nos estamos acercando a un punto de no-retorno. El reciclaje, por ejemplo, es una de las múltiples vías que se nos plantean para reducir la cantidad de residuos que generamos y poder darles una segunda vida. De esta forma, el impacto en el medio ambiente se reduce porque mitigamos nuestra huella de carbono.
Para destacar la importancia de este proceso, el 17 de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial del Reciclaje, el cual se resume en la conocida regla de las tres erres: reducir (por ejemplo, comprando productos a granel), reutilizar (por ejemplo, buscando usos nuevos para los objetos que ya no nos sirven y que, de otra forma, tiraríamos a la basura) y reciclar (por ejemplo, separando los residuos por tipologías y depositándolos en el contenedor correspondiente).
El origen de esta fecha señalada se remonta, oficialmente, en el año 2005. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), determinó que el 17 de mayo sería el día en que es necesario promover, especialmente, una mayor responsabilidad medioambiental.
La economía circular y la transición energética
El reciclaje es una parte importante de lo que se conoce como economía circular. Este concepto se refiere a un modelo de producción y de consumo que implica compartir, reparar, renovar y reciclar materiales y productos tantas veces como sea posible, alargando así su ciclo de vida. De esta forma, se intentan reducir los residuos al máximo, ya que los materiales que forman un producto se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible.
Al anterior modelo de las tres erres, la economía circular añade otra más, dando lugar a las siete erres (además de las ya anteriores de reducir, reutilizar y reciclar):
- Rediseñar: diseñar productos pensando en el medio ambiente, haciendo valer tanto su funcionalidad como su sostenibilidad.
- Reparar: reparar un producto que tiraríamos ahorra materias primas, energía y cantidad de residuos.
- Renovar: actualizar los objetos antiguos, alargando así su vida útil.
- Recuperar: aprovechar materiales que ya se han utilizado con tal de reintroducirlos en el proceso productivo.
Cabe recordar que diversas materias primas importantes son finitas y, en un contexto en que su demanda aumenta y los recursos escasean, es necesario avanzar rápidamente hacia un modelo de economía circular.
La transición energética comporta una apuesta por las energías renovables como la solar fotovoltaica, y este proceso generará cantidades substanciales de nuevos tipos de residuos porque se tendrán que sustituir los equipos viejos. Por eso, es especialmente importante que en este momento se desarrolle un marco legal que facilite la aplicación de los principios de la economía circular, ya que uno de los principales desafíos que plantea la gestión de residuos en el sector energético post-transición está relacionado con la recuperación de materiales para su reintroducción en los ciclos de producción. Solo una transición energética basada en el modelo de la economía circular será justa con el medio ambiente.
La economía circular, precisamente, está ganando peso. El año pasado, la Comisión Europea anunció, a través del Pacto Verde Europeo, un paquete de medidas para facilitar que las empresas y ciudadanos europeos se beneficien de una transición ecológica sostenible, y así conseguir que Europa sea un continente climáticamente neutro en 2050. Para conseguir estas metas se plantea la economía circular como una condición sine qua non.
Las instalaciones de placas solares: una opción renovable a nuestro abasto
Si bien la transición energética se debe enfocar desde diferentes frentes, las energías renovables han sido uno de los sectores que ha ganado más importancia en los últimos años. A la emergencia climática se le ha sumado la subida del precio de la electricidad, el del gas natural y el de una serie de bienes que han disparado el coste de vida en muchos países europeos.
Para hacer frente a esta tendencia, muchos usuarios y empresas han encontrado en las placas solares un método de generación de energía eléctrica más económico y respetuoso con el medio ambiente. La energía solar fotovoltaica es, hoy en día, uno de los factores que nos está permitiendo acelerar la transición energética en nuestro país, ya que disfrutamos de unas condiciones climáticas idóneas en todo el territorio.
Si tú también estás pensando en pasarte al autoconsumo fotovoltaico y no sabes cómo hacerlo o quieres más información al respecto, en SolarProfit te asesoraremos de inicio a fin y buscaremos cuál es la mejor solución para tu caso particular. Nos encargaremos de llevar a cabo las gestiones asociadas, y te mantendremos al día de las ayudas económicas a las que podrías optar por ser autoconsumidor. Si quieres empezar a generar buena energía, ahora es el momento de hacerlo con SolarProfit.
